El synthol es un aceite que se inyecta en los músculos para ganar volumen. Con esta sustancia, el aumento de tamaño en la zona administrada es enorme y casi inmediato. El synthol está compuesto con 85% de aceite, 7,5% de lidocaína y 7,5% del alcohol.
Este aceite fue creado a finales de los años 80 del siglo pasado por Chris Clark, con el fin de compensar el déficit de músculo en algunas zonas del cuerpo, sin embargo, con el paso de los años, el mundo del fisiculturismo lo ha usado para lucir cuerpos que van más allá de lo estético, ya que sus resultados han creado el mote de “Hulk humanos” en las personas que lo usan, debido a la similitud en apariencia con este personaje de ficción.
A pesar de tener una parecido a Hulk, quienes se inyectan synthol de manera indiscriminada, no generan fuerza o mejoran su rendimiento físico, sólo hinchan sus músculos a proporciones que resultan ridículas. Todo ello, producto de una idea constante de belleza que premia el entrenamiento físico y sus resultados externos.
Su uso y los resultados
El uso de synthol no está prohibido, sin embargo, para competencias oficiales de fisiculturismo, no está permitido ya que no aporta fuerza, rendimiento o una apariencia atractiva.
En el aspecto público, existen algunos casos que han causado conmoción debido a los resultados que ha tenido el uso de este aceite. Producto del exceso, podemos hablar de 3 casos:
Empecemos con Kirill Tereshin, el llamado “Popeye ruso”. Sus bíceps tienen 60 centímetros de diámetro. Este joven culturista de 24 años ha sido foco de atención debido a sus enormes brazos que recuerdan a la caricatura de Popeye y debido a su incursión en distintas disciplinas, como las artes marciales mixtas.
Este joven ruso ha pedido ayuda a través de las redes sociales para deshacerse del volumen de sus brazos; les pide apoyo económico a sus seguidores para someterse a cirugías que podrían dejarlo lo más sano posible.
Por otro lado, está Valdir Segato, fisiculturista brasileño que actualmente sigue inyectándose synthol y está orgulloso de los resultados. En su juventud fue adicto a las drogas, lo cual lo cambió por el gimnasio y la aplicación del aceite para alcanzar un gran volumen de masa.
Por último, está Romario dos Santos Alves, un brasileño que desde el año 2009 inició a inyectarse synthol. Es ahí que ha ganado volumen en varias partes de su cuerpo y ha sido el centro de atención de muchas personas, lo cual, le ha dado los recursos para sobrevivir.
Después de casi perder el brazo debido a las consecuencias del aceite, Romario dos Santos Alves, decidió dejar de inyectarse synthol y empezar una vida saludable. Sin embargo, la sustancia se ha quedado alojada en su cuerpo y tiene que aprender a vivir con ello.
Riesgos
Como lo hemos comentado, el synthol no genera fuerza muscular o mejora el rendimiento físico, sólo hincha la zona es donde es inyectado. El uso excesivo y desproporcionado de este producto puede deberse a una obsesión por la estética que el entorno ha desarrollado en algunas personas.
Entre los riesgos que puede tener el sytnhol, están:
- Es sumamente doloroso de inyectar.
- Su reabsorción tarda mucho, por lo que puede estar en el cuerpo por años.
- Si es reabsorbido por la sangre, puede dañar los órganos.
- El aceite puede encapsularse dentro del cuerpo, causando deformaciones.
- Infecciones, las cuales pueden terminar en amputación de los miembros.
- Se desarrolla fibrosis muscular, lo cual es la degeneración del músculo que ocasiona reemplazo de tejido muscular por tejido cicatricial.
- Existe riesgo de embolias de grasa en cerebro y pulmones.

Soy licenciado en sociología amante de la investigación y colaborador con especialistas médicos de varias materias. Tengo experiencia como empleado y como empleador y puede resultar difícil estar en alguno de los dos bandos. Crítico literario diletante que en algún momento quiere ser consumado.