Los fibromas son tumores de índole benigno (en la mayoría de los casos) que pueden crecer dentro del útero. Pueden desarrollarse en la pared uterina (intramurales), en la cavidad uterina (submucosos), en el cuello uterino (cervicales) y por fuera del útero (subserosos).
Los fibromas aparecen durante los años fértiles de la mujer y pueden tener el tamaño de una pequeña semilla o alcanzar grandes proporciones de masa que puede alterar la forma del útero.
Si bien por lo general no son cancerosos, estos crecimientos anormales pueden causar varios síntomas incómodos como sangrado excesivo o dolor.
Se ha visto que los fibromas pueden crecer de forma acelerada y encogerse de la misma manera en un periodo de tiempo. Pueden empezar a presentarse desde los 16 y hasta los 50 años de edad, en promedio; y con la menopausia los ya existentes se encogen.
A los fibromas también se les conoce como leimiomas o miomas.
Fibromas en el embarazo
Algunas mujeres suelen desarrollar fibromas durante el embarazo, debido al aumento en la producción de hormonas estrógeno y progesterona. El crecimiento de estos tumores puede ocasionar problemas durante el periodo de gestación como:
- Parto prematuro.
- Dificultades durante el parto.
- Abortos espontáneos.
Es importante señalar que una vez que el embarazo termina, al verse disminuidas los niveles hormonales, los fibromas se reducen rápidamente.
Síntomas
La mayoría de las mujeres que desarrollan fibromas no presentan ningún síntoma, sin embargo, cuando los tumores crecen demasiado y empiezan a afectar los tejidos, se pueden presentar los siguientes signos:
- Sangrado entre periodos.
- Sangrado abundante.
- Periodos más extensos de lo usual y dolorosos.
- Dolor pélvico.
- Estreñimiento.
- Problemas para vaciar la vejiga.
- Dolor durante el sexo.
- Dolor en espalda y/o piernas.
- Ganas de orinar frecuentemente.
- Anemia por los sangrados abundantes.
- Problemas de fertilidad.
- Dificultades en el embarazo y parto.
- Desprendimiento de la placenta..
Causas de los fibromas uterinos
Actualmente, los médicos no pueden determinar una causa clara para el aparecimiento de los fibromas, sin embargo, la razón principal que han podido señalar son las hormonas.
El estrógeno y la progesterona parecen ser responsables del crecimiento de estos tumores, ya que su descenso en la menopausia o gracias un tratamiento farmacológico, demuestran la reducción de los fibromas.
Asimismo, se habla de factores genéticos que pueden ser hereditarios, aunque todavía no se tiene la suficiente información al respecto.
Hay que tener en cuenta que otros estudios también implican como factores de riesgo lo siguiente:
- Consumo del alcohol, cafeína y carnes rojas.
- Padecer sobrepeso u obesidad.
- Tener deficiencia de vitamina D.
- Ser de raza negra.
¿Cómo se detecta un fibroma?
Debido a que muchas veces los fibromas no suelen presentar síntomas, su detección se realiza en los exámenes de rutina con el médico. También se pueden detectar de la siguiente manera:
- Examen pélvico.
- Ecografía.
- Análisis de sangre para determinar anemia por la pérdida de sangre excesiva.
- Resonancia magnética.
- Histeroecografía, en la cual se expande el útero con una solución salina para poder revisarlo mejor con una ecografía.
- Histeroscopia.
- Histerosalpingografía.
Tratamiento
Reiterando que los síntomas no suelen presentarse en la mujer que padece de fibromas uterinos, muchas veces no se suele recibir tratamiento y estos tumores se reducen por sí solos. Sin embargo, en molestias leves, se pueden tratar de modo sintomático, con analgésicos o antinflamatorios.
- Asimismo, se pueden usar fármacos que ayuden a disminuir los niveles de hormonas en el cuerpo o reducir las molestias, como:
- Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que detienen la producción de estrógeno y progesterona.
- Dispositivo intrauterino (DIU) liberador de progestina que puede ayudar a reducir los síntomas.
- Anticonceptivos orales.
¿Cuándo se opera un fibroma?
Cuando los fibromas uterinos han alcanzado tamaños realmente grandes o provocan muchos problemas de salud, se pueden practicar las siguientes cirugías:
Miomectomía: extracción de los fibromas dejando las partes sanas del útero.
Embolización de fibroides uterinos: se bloque el paso de sangre a los fibromas, haciendo que se reduzcan.
Ablación endometrial: destruye el revestimiento del útero para poder eliminar los fibromas.
Histerectomía: se extrae, de forma permanente, el útero. Es una opción definitiva a los tumores.

Soy licenciado en sociología amante de la investigación y colaborador con especialistas médicos de varias materias. Tengo experiencia como empleado y como empleador y puede resultar difícil estar en alguno de los dos bandos. Crítico literario diletante que en algún momento quiere ser consumado.